Código Rosa pone a circular socialmente otras sensibilidades con respecto al aborto que emergen en nuestro presente, sin que ello implique desconocer grados de fragilidad y ambivalencia a la hora de decidir. Sentirse dueña de sí misma, aliviada, alegre por haber abortado, no implica afirmar que abortar pueda ser invariablemente una experiencia feliz a la manera de la felicidad plana y plena que ofrece la sociedad capitalista de consumo. Se trata, en estos relatos sobre el aborto medicamentoso en el contexto del socorrismo, de una alegría difícilmente conquistada junto con otras, en un contexto no desprovisto de fuerzas oponentes, muchas veces con dolor, entre las dudas, miedos y el saber de la vulnerabilidad del cuerpo. En cada historia de Código Rosa vibra la apertura de nuevas formas de experimentar, pensar y sentir el aborto que tienen como horizonte la transformación de un paisaje social hostil e injusto en otro más equitativo donde el aborto sea, por fin, legal, seguro y gratuito.
Belfiori, Dahiana